UN MEJOR CONOCIMIENTO SOBRE LUTERO Y CALVINO
Se ha escrito mucho sobre la Reforma, sin embargo queda un amplio terreno que no ha sido todavía lo suficientemente investigado, en cambio no faltan los estudios que muestran cómo han sido juzgados los principales reformadores. Como dice Delumeau: “la historiografía de la Reforma, no ha encontrado aún su historiador.”
Según este autor falta una crítica considerable de las obras de Erasmo, según los métodos de la ciencia moderna, este autor de una forma u otra ha sido en cierto punto algo olvidado.
En otras partes de Europa se editan obras de otras autores:
- Estrasburgo publica a Bucero.
- Zurich a Zwinglio.
- Ginebra a Teodoro de Beza.
De esta forma un retornó a las fuentes permitirá a los investigadores renovar nuestros conocimientos sobre los problemas religiosos.
Un historiador norteamericano trazaba así las directrices de las investigaciones sobre Lutero; para éste debían dedicarse numerosas investigaciones a la teología de Lutero, su concepción de la Iglesia, la justificación por la fe, la influencia de sus contemporáneos sobre su teología, en cuanto a los problemas no teológicos, los rasgos del carácter de Lutero, las relaciones de éste con sus compañeros, la ayuda aportada a su movimiento, la importancia de su visión política, sus concepciones económicas y sociales y su influencia sobre la educación y la cultura.
En cuanto a Calvino, este sigue siendo presentado de una forma estática; Febvre nos dice que los estudios están influidos por las referencias del reformador a la Vulgata. Realmente falta una gran obre sobre la evolución del reformador de Ginebra y su doctrina.
LOS OTROS REFORMADORES
1. ZWINGLIO Y BULLINGER
Lutero y Calvino no son toda la Reforma, aunque actualmente se está estudiando el amigo del primero de ellos; Melanchton, cuyas obras están siendo reeditadas, se estudia su teología y se le ha dedicado una biografía.
En los países protestantes se ha realizado un esfuerzo considerable para devolver la importancia a Zwinglio, Bullinger, Bucero, Capitón y Teodoro de Beza.
El primero de ellos tuvo la desgracia de caer en una guerra y dar la importancia a Calvino, pero debemos indicar que el protestantismo de tipo suizo, debe tanto a Calvino como Zwinglio.
El problema más discutido de la teología de Zwinglio consiste en precisar exactamente en qué medida el reformador siguió fiel al humanismo erasmista, aun admitiendo que Zwinglio fuera fiel al humanismo erasmista, afirman tanto; Farner, Kohler y Locher que en 1520 rompió con el punto de vista anterior. Su conversión al Evangelio reformado habría sido real y completa, y no habría admitido como norma de pensamiento más que la revelación cristianay también subrayó la gravedad del pecado.
Los recientes trabajos han llevado a agotar la riqueza de la psicología y de la doctrina de Zwinglio, además el reformador es poco conocido por el público francés.
La historiografía intenta dar relevancia al yerno de Zwinglio, Bullicer cuya papel de la reforma tuvo que ser fundamental, su influencia en los Países Bajos, destacamos la cantidad de cartas que se enviaba con el reformador.
2. BUCERO, ECOLAMPIO, CAPITÓN Y TEODORO DE BEZA
A nuestro siglo de ecumenismo parece haber sido reservada la rehabilitación de Bucero, quién durante algo tiempo fue considerado como personaje secundario.
El padre Poller no duda en eliminar los adjetivos de versátil, oportunista e inconstante a Bucero, se le ha considerado como uno de los autores de la Concordia de Wittenberg y tomó parte en las tentativas de reconciliación entre católicos y protestantes, e intentó dar un alma común a la Europa de su tiempo. Se le caracteriza por su esfuerzo por la organización, la prudencia teológica y la sagacidad política.
Gracias a la obra fundamental de Stähelin, la obra de Ecolampio es algo conocida, éste trató de establecer en la Iglesia de Basilea una auténtica disciplina espiritual y una excomunión puramente evangélica.
La obra de Capitón es bastante original e interesante, fue un hombre de amplia visión, de corazón abierto, en cuanto al último a Teodoro de Beza, el sucesor de Calvino, no fue un gran teólogo, pero consolidó la obra de Calvino, fue un hombre con capacidad para la diplomacia.
La actual visión de la Reforma se encuentra ahora en renovación, ya que las investigaciones no se deban únicamente a Lutero y Calvino, los siguientes trabajos deberán tener en cuenta las ampliaciones de las perspectivas ya citadas durante este apartado.
BIBLIOGRAFÍA
DELUMEAU, JEAN: La Reforma, Nueva Clio
Javier Ortiz Yusta
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