jueves, 17 de diciembre de 2009

Ideas básicas sobre la consolidación del anglicanismo en el reinado de Isabel I (1558-1603).

La nueva reina, hija de Ana Bolena, no era teóloga ni muy religiosa. Practicó una política “erastiana”, y fundó realmente la Iglesia anglicana, solución intermedia entre el catolicismo y el anglicanismo.
Isabel se hizo proclamar “gobernador supremo del reino, tanto en lo espiritual como en lo material”(no jefe supremo de la Iglesia de Inglaterra). El Parlamento votó la restauración del Prayer Book de 1552 y el restablecimiento del Acta de Supremacía. La legislación anticatólica de 1534 fue puesta de nuevo en vigor.
Roma excomulga en 1570 a Isabel. Biblia de los obispos, seguía de cerca a la Biblia de Ginebra.
XXXIX Artículos, de clara inspiración calvinista, aunque el culto conserve apariencias católicas. La Sagrada Escritura es la única base de la fe y la Iglesia romana ha errado en materia litúrgica y materia de fe. Los concilios no son infalibles, sus decisiones deben proceder de la Sagrada Escritura para ser válidas. El purgatorio, las reliquias, las indulgencias y el culto a las imágenes son rechazados, así como el empleo del latín en los oficios. Son mantenidos los sacramentos. La cena es entendida en el sentido de Calvino: una comunión real, pero espiritual, con Cristo. No puede ser un sacrificio. Sacerdotes y obispos tienen derecho a casarse. Cada Iglesia particular o nacional puede modificar sus propios ritos. El gobierno real no puede modificar con su sola autoridad la Palabra ni los sacramentos.

1569 Pío V apoyó un movimiento feudal católico que estalló en el norte del reino. En 1570 excomulgó a Isabel y liberó a los ingleses del deber de obediencia a su reina. La hostilidad al papismo creció en Inglaterra. La derrota d ella armada invencible (1588) confirmó la ruptura definitiva.

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