jueves, 12 de noviembre de 2009

Memoria de los días 5 y 6 de Noviembre

- Formas de organización: gremiios, trabajo a domicilio y primeras fábricas
Los gremios eran agrupaciones de trabajadores que estaban regulados hasta el mínimo detalle. Al principio tendían a monopolizar. Seguirán siendo importantes en la Edad Moderna porque no solo era una agrupación económica, también tenían una identidad política en la sociedad.
El trabajo a domicilio es importante en el mundo rural. El empresario recogía la materia prima, se la llevaba al campesino y éste creaba el producto que luego vendía el empresario. En las primeras fábricas se dividía el trabajo, y era el empresario el que controlaba el capital y los medios. Éstas van a ser creadas por iniciativa del Estado, como son las Reales Fábricas en España.
EL COMERCIO
El comercio estará compuesto por grandes compañías, y éstas compuestas a su vez por redes. Las compañías son estructuras formales, mientras que las redes eran asociaciones informales y familiares. Las compañías se van a apoyar en estas redes. Una de las redes comerciales más importantes son los genoveses.
Es, a partir del siglo XVII, cuando los holandeses forman su Compañía de Indias Orientales (1602), y poco después la Compañía de Indias Occidentales. Tiempo después el resto de países les imitará. Estas compañías tenían dos objetivos fundamentales: facilitar el comercio con Asia y se van a convertir en un estado dentro del estado.
El siglo XVI está marcado por un aumento, una ampliación y una aceleración de los intercambios. El rasgo dominante es la lentitud y el coste de los transportes, que limitan el volumen de los intercambios. Los transportes continentales utilizan los caminos y las vías fluviales. A menudo mal trazado, muy raramente empedrado, con frecuencia cortado por zanjas y vados, por zonas inseguras, el camino es el sitio de paso. El precio de los transportes terrestres es muy elevado y no puede ser soportado más que por productos de elevado valor y pequeño volumen o sobre distancias muy limitadas. El verdadero papel de los caminos es el de cambiar información.
La vía de agua es más segura, menos cara y con mejor salida. Pero la navegación fluvial se ve obstaculizada por los molinos, por los peajes y por las travesías de las ciudades. El mar es el medio más cómodo. Hay que distinguir el cabotaje, que asegura el comercio costero de puerto en puerto utilizando barcos de pequeño tonelaje, y la navegación de alta mar, que realiza las travesías del Mediterráneo y del espacio atlántico.
Las grandes corrientes comerciales: Mediterráneo (conserva su papel de intermediario entre Oriente y Occidente. Las naves parten de Marsella, puertos catalanes, Génova, Venecia y Ragusa, hacia Constantinopla o los puertos de Levante y Egipto), Atlántico ( no cesa de crecer en volumen y variedad a lo largo del siglo. Toda una red de puertos, de Cádiz a Amsterdam, pasando por Lisboa, Burdeos, Brouage, Rouen, Londres, asegura este comercio. El centro es Amberes hasta 1590, se alzan los puertos holandeses, Amsterdam entre ellos) y Báltico ( Europa occidental envía vinos, sal y productos textiles, y recibe materias primas y cereales. El comercio está teóricamente monopolizado por la Hansa, que agrupa a ciudades bajo la autoridad de Lübeck).
BANCA, CRÉDITO Y FINANZAS
La organización de los intercambios, teniendo en cuenta el coste de los transportes, está jerarquizada en mercados. Cada ciudad controla su región, asegurándole los productos manufacturados a cambio del avituallamiento necesario. Las grandes ciudades tienen un radio de acción más importantes y una actividad de intercambios más diversificada. El comercio internacional es cosa de los grandes mercaderes, que añaden a esta actividad la del comercio del dinero. Tratan en las ferias, celebradas en fechas fijas, como las de Medina del Campo, Frankfurt, Lyon y Amberes.
En la Antigua Bolsa, abierta en 1487, en la Bolsa de los Ingleses y en la Nueva Bolsa, abierta en 1531, se tratan las compras y ventas de las especias procedentes de Lisboa o Venecia; de las lanas, telas y vinos de Renania o Francia, de los trigos bálticos, y se fijan los cursos de las monedas que sirven de referencia para el tráfico de letras de cambio.
La estructura de las empresas comerciales varía según la amplitud del comercio y la cifra de negocios realizada. Lo más frecuente es la empresa individual, pero cuando se alcanza cierto nivel aparecen diversas formas de asociación: la sociedad, que reune varios comerciantes y sus capitales, o la comandita, donde el capital es confiado al hombre de negocios contra una participación en los beneficios.
El desarrollo de los intercambios supone la existencia, no solo de circuitos organizados y de empresas comerciales, sino también de medios de pago y de crédito. El peso de la moneda metálica, su relativa lentitud de circulación y su probable insuficiencia entrañan el desarrollo de otros instrumentos de cambio basados en el crédito. El instrumento más frecuente del crédito es la cédula u obligación (reconocimiento de deuda con compromiso de pago). Pero el instrumento privilegiado del crédito en materia de comercio internacional es la letra de cambio (operación de préstamo a fecha fija, acompañada del cambio de la suma debida a otra moneda). Los progresos más decisivos en materia de crédito son los referentes al crédito del Estado (organización de crédito perpetuo o a largo plazo, basada en la riqueza del Estado).
A principios de siglo, las casas florentinas dominan todavía el mercado. Pero el siglo XVI contempla el rápido desarrollo de la banca alemana. Son las célebres casas de Augsburgo, los Fugger, los Welser, los Hochstetter, que desempeñan un papel económico y político muy importante. Los Ruiz de Medina del Campo y los Espinosa representan la banca ibérica.
Resumen completado con el manual, Bennassar, M.B. (otros) Historia moderna. Akal, Madrid, 1980

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