domingo, 22 de noviembre de 2009

La reforma. Jean Delumeau. (1º parte)

A fines de la Edad Media los terribles sucesos que acaecieron (guerras, peste negra, hambrunas, el Cisma de Occidente …) hicieron creer a la sociedad en su culpabilidad como pecadores, malhechores de las desgracias que les perseguían. Se creía en la llegada inminente del anticristo y el Juicio Final en el que se decidirían la suerte de todas las almas. La muerte era igual para todos.
Es el momento en el que se difunde el culto a las vírgenes y a la pasión de Jesús. Se propagó la veneración a los santos y se multiplicaron sus imágenes, se crearon cofradías, bonos que compraban la salvación, etc. hubo una tendencia generalizada a alejarse de la liturgia tradicional sustituyéndose por celebraciones más ostentosas y vulgares. La Reforma Protestante y la Contrarreforma serían la respuesta a la disciplina que reclamaba la temerosa sociedad del momento.

El sistema de Guillermo de Occam separaba dos campos, el de la revelación; el único que permitía acercarse a Dios y el de la razón, susceptible de ser interpretado científicamente. Mientras, los místicos flamencos y alemanes se apartaron de la mística racional y de los medios sacramentales ordinarios.

El ascenso del elemento laico supuso un cambio importante (burguesía, artesanos..) y el dominio de la fe fue asaltado por gran cantidad de elementos profanos. La Iglesia tenía ya una imagen ciertamente perjudicada dado su relajo disciplinar. Algunos sacerdotes vivían del concubinato, muchos prelados daban misa raras veces, otros tomaban parte en los bailes pueblerinos, etc. Durante el siglo XVI y XVII la Iglesia se esforzará por revalorizar la figura del sacerdote.

Para los humanistas la Biblia era el último recurso al que ceñirse desprendiéndose de la voluntad humana. La aparición del libro impreso supuso una revolución a las necesidades intelectuales de la época que culminó con las numerosas traducciones de las escrituras a lenguas vulgares. El humanismo quiso purificar el lenguaje en que se transmite la Palabra eterna, una vez conseguido, se llegaría a una religión sencilla, evangélica, con pocos dogmas. La paz en el corazón de buscaría a través de la imitación de Jesús llegando a un culto próximo al de la Iglesia primitiva. La Reforma contribuyó poniendo en duda la autoridad de la Vulgata e introduciendo el método crítico dentro de las religiones. Los humanistas coinciden demasiado crédito al hombre como para aceptar la predestinación del luteranismo, además, desaprobaban la violencia y el cisma. El humanismo contribuyó en la Reforma en el retorno de la Biblia y en la valoración de la religión interior frente al culto de los santos y las ceremonias. El humanismo negaba la teología; era adogmático.

La Iglesia Católica tuvo que luchar contra su decadencia; era necesario reconsiderar su teología, su doctrina y revalorizar el sacerdote y los sacramentos. La Iglesia, con la Contrarreforma, resurgirá con nueva fuerza.

Cap II: De Lutero a Melanchton.

Según Lutero el hombre nace pecador (pecado original) y es imposible que mediante la fe pueda solventarlo salvo por la misericordia de Dios, que no se los imputa. El hombre no puede curar su inclinación al mal mediante las buenas obras y a pesar de ésto, somos tenidos como justos por Dios mediante la fe.
Rechazaba las indulgencias que prometían la salvación y la confirmación del perdón de los sacerdotes no era indispensable. El Evangelio, para Lutero, era el documento fiable.

A Lutero se le abrió un proceso ante la Cámara apostólica, tras publicar y enviar a Roma sus 95 tesis a lo que respondió con un violento sermón contra el poder pontificio. Entonces, Lutero comenzó a dejar de ver una naturaleza distinta entre los sacerdotes y los fieles “y si un simple creyente está iluminado por el Espítitu. Sabe más que todos los concilios”.
En la Bula Exurge Domine, Leon X declaró heréticas 41 fórmulas extraídas de los escritos de Lutero con la amenaza de que si no se sometía sería excomulgado. En la dieta de Worms, abierta a principios de 1521 por Carlos V, fue convocado Lutero, quien acudió con un salvoconducto y entró en la ciudad rodeado de un centenar de caballeros. Invitado a abandonar su doctrina, rehusó. La dieta desterró del Imperio al reformado (Edicto de Worms). Entre tales inquietudes y amenazas, Lutero escribió sus obras principales: El papado de Roma , Llamada a la nobleza cristiana de la nación alemana, Cautividad babilónica de la Iglesia, De la libertad del cristiano, Sobre los monásticos.
Humanistas, artistas, pqueña nobleza y hasta burgueses urbanos se inclinaron por la reforma, así como numerosas ciudades empezando por Nurember y siguiéndole una larga lista: Erfurt, Magdeburgo, Halberstadt, Breslau y Brema. También órdenes y diócesis se convirtieron al luteranismo y un grupo de príncipes formaron la liga de Smalkalda. Paz de Augsburgo, aceptada por Fernando de Habsburgo en 1555, repartía Alemania entre el luteranismo y el catolicismo (2/3 partes eran luteranas).

Cuando Lutero fue desterrado del Imperio unos caballeros enviados por Federico el prudente se llevaron al agustino al castillo del Wartburg donde permanecería seguro hasta 1522, cuando regresó a wittemberg.

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